Comencé mi viaje a europa un 30 de mayo... mi primer viaje bien lejos de mi país y de mi casa...
En mi trayecto hacia ezeiza se me venia a la cabeza todo el tiempo "esto lo soñaste mucho mery, disfrutalo todo el tiempo". Quería congelar el tiempo y que se quedara inmaculado en esa sensación de felicidad que me recorría todo el cuerpo.
Pero el viaje, transucurrió, desembarcando como primer destino, en la antigua y esplendida ciudad de Roma... una ciudad inigualable, donde siendo Argentina me sentí como en casa todo el tiempo, con esas calles chiquititas y entremetidas, con esas motos que te pasan por los costados descontroladamente y vos saltas esquivandolas, con esas rotondas interminables sin semaforo alguno que te ampare para cruzar pero al mismo tiempo te reís cuando corres para que no te atropellen. Como se explica que al dar la vuelta a la esquina te aparezca una imagen que por veintipico de años viste a través de google?, caminar dos cuadras y encontrarte edificios como el Colosseo. Realmente inexplicable... Pero ese destino era solo el primero y el viaje continúo.
Un mes y medio despúes de almacenar en una mochila de recuerdos, experiencias, cuentos, vivencias y felicidad absoluta desembarqué en MADRID.
Si en roma me había sentido en casa pero me faltaba entender más italiano... acá se me completo el cartón y canté bingo. No sólo era el lugar de mi vida, sino que, me entendían todo lo que decía! (juro que despúes de un mes y medio de perder hasta trenes por no entenderme, era el mejor de los lujos).
Cautivada por sus 40 grados de calor seco, comencé a conocerla y recorrerla... Ay madrid! que linda sos!!
De todas sus calles me enamoré, una gran ciudad enfrascada en algo así como un pueblo, el más pintoresco que te hayas cruzado...
Ahora... porqué el título de mi experiencia se llama "deseos inconscientes"?... Entrando en el último día de mi estancia en Madrid y en europa también (era mi ultimo destino antes de regresarme a Argentina), y habiendome hecho amiga de dos Argentinos dueños del hostel donde estaba, decido esa ultima noche junto a mi amiga con la que viajaba, salir con ellos. Por supuesto, que, como era de esperarse la pasamos mas que increíble y nos fuimos a dormir, comiendo chocolates en el pasillo del hostel, a las 6 am. A las dos horas nos despertamos como pudimos, dandonos cuenta que teníamos que ir a desayunar rápido, y que a las 12 debíamos estar en el aeropuerto de Barajas, para tomarnos un vuelo a Roma donde partiría nuestro avión a Buenos Aires, aunque haciendo nuevamente escala en Madrid.
En la noche previa, la frase que más se repitió en todo madrid, fue la de nosotras dos añorando "no nos queremos volver", "¿y si nos quedamos?", "que pasa si no volvemos?"... Deseos y mas deseos de quedarnos para siempre en ese pedazo de mundo en donde me senti muy muy feliz.
Llegadas las 10 am y muy dormidas ambas, terminando de desayunar, le digo a mi amiga que no se si estabamos muy bien de tiempo, por lo que nos apuramos, agarramos todo, saludamos a nuestros amigos, nos despedimos y seguimos repitiendo "que ganas de quedarnos" a lo que ellos nos decian "Quedensé!".
Pero no... nos fuimos hacia barajas, en su metro correspondiente, corriendo por todas su terminales enormes, llegamos para despachar nuestras valijas hasta que una amable española nos dicen "ostia niña, su avion ya esta cerrado". Momento en el cual, la miro a mi amiga y le doy la noticia. Cual era el inconveniente? no llegar a Roma y perder nuestro vuelo a Argentina, contando unicamente con 20 dolares (en billetes de 1) para cambiar a euro.
Entre charlas y risas y llantos, dijimos mil veces mas "es una señal, nos quedamos", pero el sueño se rompio cuando una de las dos entro mas en bendita consciencia que te deja anulados todos tus deseos inconscientes e impulsivos de felicidad y rogamos poder tomar nuestro vuelo a Argentina desde Madrid y no desde Roma, cual colectivo en su segunda parada. Luego de ruegos y mas ruegos con amenaza de trabajo ilegal. Nos dieron el pasaje de vuelta.
Pero con el plus de ser las 13 hs y que saliera a media noche... pudiendo tener una chance mas, dejar las valijas en un locker y poder disfrutar toda una tarde en las calles de madrid.
Todavía, lucho por volver a vivir a España, si Dios quiere, 2016 es el año.
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