lunes, 2 de noviembre de 2015

"cuál es tu historia?"

...las preguntas simples son las que muchas veces nos abren las puertas a hermosos sentimientos e ideas complejas. La construcción de nuestros idearios se reformula constantemente durante nuestros viajes.... siempre y cuando nosotros estemos listos para eso.

Luciano Cicerchia, viajero y autor de su propio blog, nos compartió una de esas experiencias que nos llevan a reflexionar sobre la complejidad de los entramados sociales detrás de las personas y su cultura.

“Y entonces, cuál es tu historia?”. Ab (del que prefiero, al menos hoy y por motivos de público conocimiento, no divulgar su nombre), ese chico francés, con origen musulmán, curioso y lleno de energía, me formuló en un segundo una de las preguntas más simples, concisas y mejor formuladas, en tiempo y espacio, que alguna vez me hayan hecho. No estaba preparado. No la vi venir. Pero tenía ganas de responderla. Cuando uno viaja, a veces no quiere contar su historia. Se cansa. Pero a veces quiere narrarla con lujo de detalles. Y Ab es de esos que escucha atentamente, se sorprende y por cada respuesta, tiene diez preguntas más. Pero estaba de humor.
Eramos un grupo de cuatro, cinco personas. Nos conocimos horas antes, mientras viajábamos al pueblo. La búsqueda de hospedaje fue el motivo que nos unió y que, nos íbamos a enterar más adelante, nos iba a hacer viajar juntos por varios días más.
Después de una noche de alcohol, risas y vayaasaberunoquemás, salimos a caminar por el pueblo, bajo el rayo del sol. Alquilamos algunas motos por el día. Ab manejaba una pero se cayó y su mano le imposibilitaba manejar. “Hey Lucho, do you think you can ride the bike, bro?” “Mmm.. let me try, I think I can”. Aunque era solo unos 6, 7 kilómetros, el estado del camino lo hizo eterno. Y esta eternidad, que al principio parecía no soportarse, se fue transformando en una bendición. A izquierda y derecha aparecían montañas, campos de arroz y jardines, todos en un verde cautivante. Y entonces decidimos parar. Decidimos parar porque todos sentíamos la curiosidad de ver algo más.
Mientras caminabamos con nuestros celulares listos para alguna foto, ellos venían en el sentido opuesto, con las canastas llenas en su lomo y los sombreros protegiéndolos de los intensos rayos de sol. Para nosotros había sido un día de motos, laguna y agua. Para ellos, vaya a saber uno que. El nuestro estaba por terminar. El de ellos, vaya a saber uno cuando encontraba su fin. Nos saludaron y nuestras miradas se cruzaron. Capaz fuimos unos ojos más en sus días. O capaz generamos el mismo efecto que ellos en nosotros. ¿Cuál sera su historia? ¿A qué hora se despertarán? ¿A que hora se irán a dormir? ¿Dormirán? ¿Querrán contar su historia? ¿Estarán orgullosos de la misma? ¿Qué es lo que los mueve día a día? Me hubiera gustado sentarme a tomar algo con ellos, escucharlos, contarles mi historia, que me cuenten la suya.
Hay historias que tienen principio y final. Hay historias que empiezan y no terminan. Hay historias que no llegan a ser historias. Y hay historias de las que nunca vamos a saber el desarrollo, ni a veces de su existencia. Hay historias que esconden historias que esconden historias que esconden historias.
Hace unos días no puedo dejar de pensar en las historias de las personas del mundo. De cualquier lugar. Sea París. Sea Barein. Sea la de Ab. Tan eternas y tan efímeras. Tan controlables. Y tan incontrolables.
Y entonces, ¿cuál es tu historia?
Una Vuelta por el Universo. Instan-taneas de Vang Vieng. Laos

Gracias Luciano por tu generosidad.
Desde Cultura de Viaje queremos difundir tu blog que aporta tanta riqueza: http://unavueltaporeluniverso.com/

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